Respecto al desarrollo de
aptitudes para el estudio de las Ciencias.
1.- Influencia del
Proyecto en su interés por las asignaturas de ciencias:
-
Los
participantes con una actitud inicial más apática respecto de
las disciplinas científicas, han considerado que su interés
por ellas ha aumentado considerablemente después de la
experiencia.
-
Aquellos que
ya se encontraban suficientemente motivados, han afirmado que
después de su participación han descubierto que la Ciencia
presenta un carácter mucho más lúdico y dinámico del que
percibían anteriormente y que posee un aspecto creativo que no
habían identificado.
2.- Influencia del
Proyecto en su comprensión de las asignaturas de ciencias:
La mayor parte del grupo opina que la participación en la
experiencia no ha mejorado exactamente su compresión de las
asignaturas de Ciencias, pero que trabajar los conceptos en la
práctica, les ha permitido afianzar muchos de los conocimientos
teóricos adquiridos previamente.
3.- Influencia del
Proyecto en sus calificaciones:
La mayor parte de los participantes no piensan que formar parte
del proyecto haya repercutido directamente en las
calificaciones, pero si opinan que su participación les
predispuso a estudiar más y mejor.
4.- Influencia del
Proyecto en su trabajo en el laboratorio:
Las respuestas sobre la influencia que su participación ha
podido ejercer sobre el manejo de aparatos, adquisición de
habilidades, ó hábitos de orden y limpieza han sido en cierto
modo inesperadas:
Todos reconocen haber
mejorado su destreza en la manipulación de aparatos y de
material, tal y como cabría suponer, pero sobre todo destacan
haber vivido la “realidad del laboratorio”. En este sentido
conceden una gran importancia al orden y limpieza del
material (un aspecto que antes ni se habían planteado, a pesar
de las recomendaciones del profesor) e igualmente se dan cuenta
de que es fundamental ser meticulosos con los protocolos, y
respetar las medidas de seguridad.
Respecto
al desarrollo de aptitudes personales
Aunque no estaba directamente contemplado en
los objetivos ni en la planificación inicial, las largas
sesiones de trabajo en grupo y su papel como monitores de las
actividades han permitido desarrollar a los alumnos una serie de
rasgos de su personalidad que han sido muy reconocidos y
valorados positivamente por ellos.
5.- Valoración del
trabajo en equipo: es, sin duda,
uno de los puntos fuertes en el reconocimiento por parte de los
alumnos.
Algunos de los
participantes que antes de colaborar se declaraban
individualistas, han cambiado su opinión.
Consideran que trabajar
en equipo es muy enriquecedor y no sólo en lo que respecta al
éxito de las actividades sino también en el ámbito personal. Los
turnos de trabajo se programaron de forma rotatoria y de este
modo los participantes tuvieron que desempeñar todos los
papeles. A veces eran los líderes de la actividad y tenían que
dirigir a los demás, a veces ejercían de ayudantes del monitor
acatando sus observaciones, otras atendían al público,
necesitando en todos los casos el apoyo de los demás y sirviendo
a su vez de soporte a los compañeros más cansados ó “en apuros”.
6.-Responsabilidad
en el desempeño de sus tareas:
Todos los alumnos percibieron la importancia de desempeñar la
tarea que tenían encomendada en cada momento (en ese sentido si
se hicieron conscientes de su responsabilidad), pero también
añaden que nunca se sintieron abrumados por ella. (Se sentían
apoyados por el respaldo que el grupo les proporcionaba).
7.- Cambios en la
percepción del rol de los profesores:
Percibieron a los profesores responsables del proyecto como
auténticos compañeros por los que se sintieron animados y
protegidos, descubriendo el lado más humano de cada uno de
ellos.
La relación con el
resto del profesorado piensan que no ha experimentado ningún
tipo de cambio, excepto con los profesores que participaron en
los talleres, de los que agradecieron las palabras de ánimo ó
felicitación.
8.- Interacción con
el público asistente a las actividades:
Otro de los aspectos que han valorado como
muy positivos, ha sido el de actuar como monitores frente al
público,
Piensan que esta
experiencia les ha ayudado a vencer la “vergüenza” (ellos lo
denominan miedo “escénico”), a controlar los nervios, a preparar
con rigor una exposición, y otro apunte muy interesante ha sido
el aprender a dirigirse a cada tipo de persona (según la edad y
la ocupación, etc) de una manera distinta, empleando hasta
diferente vocabulario.
Todos ellos afirman
haber obtenido una mayor soltura hablando en público.
Consideran que el
actuar de monitores dirigiendo las actividades, fue fundamental
para que éstas se desarrollaran de una manera eficiente y
segura.
9.- Incremento de la
autoestima: Dominar un tema
hasta llegar a ejercer de monitores, explicar en público, vencer
al cansancio de unas sesiones tan largas, la convivencia en un
espacio tan reducido y las concesiones que ello implicaba, les
ha permitido mejorar la imagen sobre sí mismos.
10.- Capacidad de
reacción ante imprevistos y desavenencias:
Ante los problemas, el apoyo y la cohesión del grupo han sido
valorados como fundamentales. La necesidad de mantener
cohesionado el grupo para sacar adelante un proyecto con el que
se sentían estrechamente involucrados, lo perciben como un
estupendo aprendizaje de convivencia en el que las decisiones se
tomaban de forma consensuada, en donde se hacia frente a los
imprevistos de forma colegiada y en donde había que argumentar
los puntos de vista propios para convencer a los demás. ¡Todo un
entrenamiento de tolerancia!